Descubre la fascinante HISTORIA del IMPERIO SUECO en 5 mapas detallados

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Se conoce como Imperio Sueco al período histórico comprendido entre 1611 y 1721, durante el cual Suecia alcanzó su máxima expansión territorial como potencia colonial. Si bien su extensión no se comparó con la de otros imperios europeos, Suecia ejerció influencia sobre una gran cantidad de países actuales en tres continentes. En este artículo se narrarán los inicios, expansión y decadencia de este imperio escandinavo. Los Antecedentes En el siglo XV, Suecia ya se había extendido por casi todo su territorio actual y gran parte de la actual Finlandia, a la que había convertido como ducado bajo la corona sueca. Sin embargo, su autonomía se veía amenazada desde la formación de la Unión de Kalmar, una unión personal entre las formas de Noruega, Suecia y Dinamarca, con la hegemonía de este último. Esta unión entró en un período de inestabilidad en el que la nobleza sueca resultaba cada vez más subordinada a la autoridad danesa. Como represalia, los daneses ejecutaron a diversos miembros de la nobleza sueca en el Baño de Sangre de Estocolmo y luego iniciaron una invasión del país. Suecia ofreció resistencia y nombró a Gustavo I como rey, quien se convirtió en el fundador de la dinastía Vasa en Suecia. La coronación de Gustavo I de Vasa, luego de la expulsión de los daneses en 1523, es considerada como la fundación moderna de Suecia, pues desligó al país de Dinamarca y rechazó el catolicismo en favor de la Reforma Protestante, cualidad que caracteriza a Suecia hasta el día de hoy. Durante el siglo XVI, Suecia siguió enfrentando diversos conflictos, entre los que destaca la Guerra Nórdica de los Siete Años, en la que reivindicó la total autonomía sobre Dinamarca a costa de ratificar la soberanía danesa sobre sus provincias del sur. Sin embargo, Suecia logró expandirse por Estonia tras la Guerra de Livonia, en la que se impuso a su otro rival, Rusia. Con este último, Suecia tuvo una nueva guerra en 1590 que resultó en el Tratado de Teusina, tras el cual se estableció la frontera oficial entre ambos países, que resultó en la delimitación parcial de la actual Finlandia. El Auge Del Imperio Sueco El siglo XVII vio el inicio del auge del Imperio Sueco, que coincide con el ascenso de Gustavo II Adolfo como rey. Al iniciar su mandato, había iniciado guerras contra Polonia y Rusia, y contra este último fue denominada como la Guerra de Ingria, que culminó en 1617 con una victoria sueca que le permitió expandirse por las regiones de Ingria y Carelia. Con Polonia, la guerra se extendió desde 1600 hasta 1629, con tres treguas incluidas. Aquí destaca la participación del rey en la última fase del conflicto, caracterizado por ser uno de los pocos monarcas que se presentaba en el frente de batalla. Tras la Tregua de Altmark, Suecia consiguió la soberanía de gran parte de la región de Livonia. Con esto, Suecia comenzaba a disputarse la hegemonía del norte de Europa. El siguiente gran paso hacia el esplendor del Imperio Sueco fue el estallido de la Guerra de los Treinta Años. Si bien comenzó como un conflicto religioso interno del Sacro Imperio Romano Germánico, poco a poco se extendió y jaló a diversos estados europeos en diferentes fases. Es importante resaltar la intervención danesa que significó el debilitamiento del principal rival de Suecia. Gustavo II Adolfo entró en la tercera fase de la guerra tras la caída de Dinamarca, en contra del bando Habsburgo. Su participación comenzó con el pie izquierdo, en vista de que murió en la Batalla de Lützen en 1632, convirtiéndose en uno de los monarcas con mayor compromiso bélico. En contra de la opinión de sus consejeros, el rey retiró las tropas de Rusia y se concentró en Polonia-Lituania, después de la decisiva victoria que obtuvo en la Batalla de Narva en 1700. Con el paso del tiempo, se formó una coalición anti-sueca, integrada por Dinamarca-Noruega, Rusia y Polonia-Lituania, para arrebatarle la hegemonía del Báltico. En el transcurso de la Gran Guerra del Norte, Suecia comenzó con victorias en Dinamarca para luego asestar una decisiva victoria contra Rusia en la Batalla de Narva en donde mueren 12.000 rusos ante sólo 600 bajas suecas. Sin embargo, después de retirarse de Rusia, Carlos XII se enfrentó contra una coalición entre Dinamarca-Noruega, Rusia y Polonia-Lituania, quien tomó la delantera al ganarle la Batalla de Poltava en 1709. La Decadencia Del Imperio Sueco A pesar de la recuperación económica del país tras la muerte de Carlos X, Segundo, Suecia todavía estaba en una situación financiera complicada. Cuando Carlos XII murió en Fredrikshald en 1718, después de haberse retirado a Turquía, dejó como legado a su hermana Ulrica

El Imperio Sueco tuvo su momento decisivo en la Batalla de Poltava, donde el ejército sueco fue diezmado y Carlos XII se vio obligado a unirse al Imperio Otomano, quien lo apoyaba debido a su rivalidad con Rusia. Al regresar a Suecia, Carlos fue asesinado en 1718 en un intento de invasión a Noruega, lo que provocó problemas internos por sucesión y sumado al diezmado ejército, terminaron de hundir a Suecia en una guerra cada vez más perdida.

La rendición de Suecia ante Rusia

Hacia 1721, la ofensiva rusa ya había penetrado en Finlandia, lo que llevó al nuevo rey, Federico I, a firmar la rendición en el Tratado de Amistad con Rusia. Suecia perdió Livonia, Estonia, Ingria y una parte de Carelia en beneficio de Rusia, convirtiéndose así en la nueva potencia hegemónica del Báltico. Prusia, quien apoyaba al bando anti-sueco, anexó la mitad de la Pomerania Sueca, perdiendo también su influencia en los estados alemanes.

Legado del Imperio Sueco

Aunque el Imperio Sueco tuvo una corta duración, su legado permaneció en otras naciones. Finlandia y parte de Pomerania permanecieron bajo su control hasta las Guerras Napoleónicas, tras lo cual Suecia consiguió anexar Noruega durante un siglo. Además, en 1733, estableció un puesto comercial en la India llamado Fortaleza de Gottenborg. Durante el siglo XIX, consiguió las colonias de Guadalupe y San Bartolomé en el Caribe, aunque posteriormente las vendió a Francia.

Aunque suecia no se ha vuelto a posicionar como una potencia en Europa tras este período, el pueblo sueco logró salir adelante y consolidarse hoy en día como uno de los países más prósperos y desarrollados del mundo.

a pesar de la corta duración y expansión del Imperio Sueco, dejó un gran legado que ha llegado hasta nuestros días. ¿Tú qué opinas? Deja tu comentario y si te ha gustado este artículo, apóyame con un like y suscríbete a mi canal. También puedes seguirme en mis redes y si te interesa este proyecto, cualquier donación será bienvenida. ¡Hasta la próxima!

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