Descubre la fascinante historia de Montenegro en un relato épico

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Cuando se menciona al dividido pueblo siervo croata, se suele asociar con serbios, croatas y bosnios, siempre olvidándose del cuarto pueblo: los montenegrinos. Un país que estuvo ampliamente asociado a Serbia al compartir la misma religión, el cristianismo ortodoxo. Pero en los últimos años, Montenegro ha tomado un rumbo diferente.

Si te interesa conocer la historia de Montenegro, no te pierdas este artículo. Desde su pasado como parte de la región de Iiria en la costa oriental del mar Adriático, habitada por el pueblo ilirio, hasta la influencia bizantina y el dominio otomano, Montenegro ha tenido un camino lleno de cambios y conflictos.

El pasado de Montenegro

En el siglo VII a.C., los ilirios fundaron su propio reino en la región, pero posteriormente se enfrentaron a la República romana. Roma anexó completamente sus territorios en el año 135 a.C., convirtiéndolo en la provincia de Iliria, que luego se dividió en los territorios de Prevalitana y Dalmacia.

A lo largo de los siglos, los montenegrinos fueron romanizados y adoptaron el cristianismo ortodoxo. Bajo el dominio bizantino, Montenegro continuó formando sus propios estados, como el Gran principado de Serbia. Posteriormente, los eslavos del sur formaron otros estados, como Bosnia, Croacia y Francia.

En el siglo XI, se fundó el principado de Zeta en Montenegro, que también ocupaba partes del norte de Albania. Durante este período, los venecianos establecieron puestos comerciales en la Bahía de Cotor, influyendo en la política de Zeta, pero sin ejercer un control completo.

En el siglo XV, el Imperio otomano fue una importante potencia emergente en la región. Montenegro fue uno de los últimos estados eslavos del sur en caer bajo su dominio, pero logró mantener cierta autonomía y conservar su religión cristiana ortodoxa.

En 1699, tras la Guerra austro-otomana, Montenegro ganó su independencia de facto de los otomanos, convirtiéndose en el Principado de Montenegro. Durante los siglos XVIII y XIX, Montenegro se modernizó y se convirtió en un reino en 1910.

En las vísperas de la Primera Guerra Mundial, Montenegro se unió a Serbia y juntos derrotaron a los otomanos en las Guerras balcánicas. Después de la guerra, Montenegro se unió a Serbia en el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, que luego se convirtió en Yugoslavia.

La independencia y la época moderna

Durante la Segunda Guerra Mundial, Montenegro fue ocupado por las fuerzas del Eje, pero los partisanos yugoslavos liderados por Josip Broz Tito lograron expulsar a los ocupantes. Después de la guerra, Yugoslavia se convirtió en una República Federal Socialista, liderada por Tito.

En la década de 1990, la disolución de Yugoslavia comenzó y estallaron las guerras yugoslavas. Montenegro se alineó con Serbia y se mantuvo como parte de Yugoslavia. Sin embargo, a medida que el país se desmoronaba, Montenegro buscó su independencia.

En 2006, se realizó un referéndum de independencia en Montenegro, en el que casi el 97% de los montenegrinos votaron a favor de separarse de Serbia. Desde entonces, Montenegro se ha convertido en un país independiente y ha buscado su lugar en la comunidad internacional.

La historia de Montenegro es compleja y está llena de conflictos y cambios. Desde su pasado como parte del Imperio romano y bizantino, hasta su lucha por la independencia y su búsqueda de un lugar en el mundo moderno, Montenegro ha dejado su huella en la historia de los Balcanes.

Montenegro es un país ubicado en Europa que ha experimentado una serie de cambios a lo largo de su historia. En el pasado, formaba parte de Yugoslavia junto con Serbia. Sin embargo, en el año 2006, se llevó a cabo un referéndum en el que los montenegrinos decidieron independizarse de Serbia y convertirse en un país independiente.

Un cambio de alianzas

Esta separación sorprendió a muchos, ya que Serbia y Montenegro habían sido aliados históricos. Sin embargo, Montenegro decidió reconocer la independencia de Kosovo en 2008 y, nueve años después, se unió a la OTAN. Estos movimientos indican una clara transición hacia la esfera de influencia de Occidente.

Por otro lado, Serbia se mantiene más alineada con Rusia y ha despertado resentimiento entre los serbios de Montenegro, que representan el 29% de la población. Esto se ha manifestado en masivas protestas entre 2019 y 2020, que se atribuyeron a una presunta discriminación religiosa contra la Iglesia Ortodoxa Serbia.

La evolución de las relaciones

A medida que estos dos países gemelos continúan su camino por separado, será interesante ver cómo evolucionan sus relaciones en el futuro. Algunos podrían argumentar que Montenegro está tomando la decisión correcta al alejarse de su histórico aliado, mientras que otros podrían verlo como una traición.

En última instancia, la historia y los eventos políticos muestran que los países tienen el derecho y la capacidad de tomar decisiones que se ajusten a sus intereses y necesidades en un momento dado.

Tú opinión es importante: ¿Crees que Montenegro hace bien en alejarse de su histórico aliado? Deja tu comentario y comparte tu punto de vista.

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